No quiero dormir

Esta noche, casi madrugada quiero pasarmela en blanco, no quiero saber nada de eso que se llaman deberes, solo quiero escuchar el silencio de la esta noche, mientras los niños duermen placidamente en sus camas.
El tiempo se detiene en este instante, un suave frío que entran por mis pies desnudos, me hacen sentirme viva, no hay más que este cuerpo que conosco de toda la vida que reina en este cuarto.
Las ilusiones de la vida son como foquitos con fecha de expiración, si no les haces caso y si no los prendes, llega un día y ya no iluminan más.
Hay vecez uno tiene toda la mejor intención del mundo, solo que no todos te van a recibir así de la misma manera. Hay alguien que me hizo sentir muy chiquita la otra véz, por qué me insulta desde su inteligencia a mi ingenuidad, a mi forma de ver la vida, tan naif, a esa persona que no puedo nombrar aquí, le tengo en mi corazón una pena tan grande, solo eso, por que lo demás se lo dejó a la vida.
Mi cuerpo lleno de cicatricez, como recuerdos gratos de travesuras de niña montandose los muros y los árboles, correteando detráz de los niños, María marimacha me decían.