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amor; ya no circula la sangre sino el amor; ya no son los ojos los que
ven, el amor ve; las manos ya no se mueven para tocar, el amor las
mueve».
¡Vuélvete amor!, y entra en la eternidad. El amor, de repente, te cambia de dimensión; te saca de la dimensión del tiempo y te coloca frente a lo eterno.
¡Vuélvete amor!, y entra en la eternidad. El amor, de repente, te cambia de dimensión; te saca de la dimensión del tiempo y te coloca frente a lo eterno.